La testosterona es la fuerza impulsora en los hombres, la determinación de la estructura física, la función cerebral y la salud reproductiva. Esta hormona está disminuyendo en prácticamente todas las poblaciones del mundo, dando lugar a problemas de salud como la infertilidad, reducción de la calidad del semen y malformaciones genitales en los recién nacidos. Una cierta cantidad, equilibrada es incluso necesaria para el desarrollo adecuado de la anatomía femenina.
Para los que luchan internamente con los impulsos sexuales en conflicto, pueden preguntarse si han nacido de esa manera. Durante estos tiempos de cuestionar la identidad sexual, es más importante preguntarse, «¿Qué está afectando el equilibrio de las hormonas?» «¿Qué estoy comiendo y bebiendo o de donde estoy comiendo y bebiendo que está causando un cambio en mis hormonas?»
Los ftalatos (sustancias añadidas a los plasticos) afectan los niveles hormonales, cambiando la anatomía sexual del cuerpo humano
La producción y la regulación hormonal puede ser suprimida o modificada por ciertos productos químicos como los ftalatos, que ahora están vinculados a disminuir los niveles de testosterona. Esta reducción de la testosterona en teoría podría causar cambios en los impulsos sexuales, estimulando pensamientos que entran en conflicto con la identidad de género. No entender los cambios, podría confundir y pensar que fueron hechas de manera diferente de lo que sus órganos sexuales indican. Algunos pueden incluso llevar a los pensamientos e impulsos a etiquetar todo lo que les rodea, creando una identidad sexual alternativa para ellos. ¿Cómo puede la identidad de género y diversos fetiches sexuales en realidad basar sus raíces en la salud del sistema endocrino humano y ser el espectro donde se producen y regulan las hormonas?
La cultura popular se apresura a proyectar que, por tener diferentes impulsos sexuales, «la persona debe haber nacido de esa manera». Estos mensajes instan a la gente a «salir del armario», pero esta forma de mente cerrada de pensamiento no examina los niveles de hormonas de una persona, el pensamiento influye y puede causar un cambio en el equilibrio hormonal. Este estereotipo, mentalidad blanco-negro no reconoce la ciencia compleja del sistema endocrino del cuerpo humano y los 84.000 ó más productos químicos reconocidos por la EPA (US Environmental Protection Agency) que lo bombardean a diario.
Los ftalatos y los niveles de testosterona más bajos en todos los ámbitos
Algunos de los productos químicos que bombardean el sistema endocrino de hoy son los ftalatos. Se encuentran a menudo en botellas de plástico de agua, plásticos de PVC y productos de cuidado personal, los ftalatos se filtran en el agua y se recogen en el cuerpo. Millones de personas en todo el mundo beben de botellas de plástico, el consumo de productos químicos ftalatos que hacen hincapié en la producción de hormonas.
Un revelador estudio, transversal publicado en «Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism» de la «Endocrine Society» ahondó en el tema de las hormonas y la salud reproductiva. Entre 2011 y 2012, participaron 2.208 personas en el «U.S. National Health and Nutrition Examination Survey» a quienes se examinaron los ftalatos presentes en la orina. Después, se analizó su sangre para los niveles de testosterona.
los investigadores descubrieron que la exposición a ftalatos reduce los niveles de testosterona en una relación inversa tanto a hombres, mujeres y a los niños que son los mas afectados en su desarrollo. En este estudio, la pérdida de la testosterona era más evidente en etapas específicas de la vida. Las mujeres experimentaban la mayor caída entre los 40 y 60 años cuando sus niveles de testosterona bajaban de 10,8 a 24 por ciento. Para los niños entre las edades de 6 y 12 años, la exposición al di(2–etilhexil) ftalato (DEHP) vinculó los niveles de caída de testosterona desde 24 hasta 34,1 por ciento.
«Mientras que el diseño transversal del estudio limita las conclusiones que podemos sacar, nuestros resultados apoyan la hipótesis de que la exposición ambiental a productos químicos disruptores endócrinos como los ftalatos podría estar contribuyendo a la tendencia de la disminución de la testosterona y trastornos relacionados», dijo el autor del estudio, John D. Meeker, MS, ScD, de la Universidad de la Escuela de Salud Pública de Michigan en Ann Arbor, Michigan. «Con la creciente evidencia de los efectos adversos para la salud, las familias y los que diseñan las políticas de salud por igual debemos tomar las medidas necesarias para limitar la exposición humana a este químico en la medida de lo posible.»
Luchar por la buena salud del sistema endocrino; evitar los ftalatos y otros químicos plastificantes
La sexualidad no tiene que ser un tema de polarización, y la gente no tiene que ser etiquetada de acuerdo con su sexualidad. Lo que una persona pueda sentir o pensar no debe definir lo que ellos son, la manera de etiquetarlos o la forma en que sean tratados.
Las personas somos personas, independientemente de nuestra sexualidad y todos tenemos un sistema tedioso de regulación y producción de hormonas que debe ser atendido. Para quienes tienen diversos impulsos sexuales, se les puede ayudar o pueden ser tratados mediante el equilibrio y el mantenimiento adecuado de la salud del sistema endocrino.
Si más personas reconocemos que los productos químicos como los ftalatos están bombardeando nuestros niveles de hormonas, es posible que haya una mejor comprensión de por qué las personas se desarrollan de diferente manera, tanto en lo físico, mental y sexual.
Fuente: Natural News
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